La multitarea NO EXISTE.
En realidad, lo que llamas multitarea, tan solo es cambiar el foco de tu atención de un sitio a otro. Hay quien hace estos cambios más deprisa, y lo lleva mejor, y hay quien lo lleva peor. Estudios indican que las mujeres tienen más facilidad para ello, de ahí el mito de las mujeres y la multitarea. Aunque también la juventud, en mi opinión, ayuda. Pero en un instante determinado, solo puedes hacer una cosa a la vez.
Además, para hacer algo bien, hay que estar enfocado en lo que se hace. Y cuando la tarea requiere de creatividad, más vale estar en estado de flow, o de absoluto enfoque.
En mi caso, enfocarme en profundidad requiere de cierto tiempo y esfuerzo, siendo este el motivo por el que me molesta tanto que me saquen de un estado enfocado, sobre todo por temas y asuntos que puedan atenderse en otros momentos, de una forma planificada.
El sábado pasado te hablé de cómo una lista me ayudaba a ganar las batallas diarias de la productividad, al mantenerme enfocado en lo importante, pero también te hablé de que a días perdía la batalla, y acababa exhausto. El motivo es por toda la energía que me consume el cambio de foco de atención.
Cuando se empiezan a solapar temas cruzados, que avanzan en paralelo, con múltiples tareas dependientes unas de otras, y de otras personas, generando diversidad de correos electrónicos, wasaps, y reuniones o conversaciones, noto como mi batería mental se descarga a la carrera, hasta que alcanzo el punto de bloqueo por seguridad, y se acabó pensar durante un buen rato. Batalla perdida. Lo veo venir rápido, pero a veces solo me queda caer en el intento.
Odio la multitarea y las interrupciones. Abogo por sistemas de comunicación planificados y no intrusivos. Porque para alcanzar mi mejor versión, y mis mejores resultados, los necesito. Aunque no te voy a engañar, a veces me siento un marciano cuando hablo de estas cosas.
Y a ti, ¿cómo se te da cambiar el foco de tu atención?
Faltan 222 días.
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La multitarea NO EXISTE.
En realidad, lo que llamas multitarea, tan solo es cambiar el foco de tu atención de un sitio a otro. Hay quien hace estos cambios más deprisa, y lo lleva mejor, y hay quien lo lleva peor. Estudios indican que las mujeres tienen más facilidad para ello, de ahí el mito de las mujeres y la multitarea. Aunque también la juventud, en mi opinión, ayuda. Pero en un instante determinado, solo puedes hacer una cosa a la vez.
Además, para hacer algo bien, hay que estar enfocado en lo que se hace. Y cuando la tarea requiere de creatividad, más vale estar en estado de flow, o de absoluto enfoque.
En mi caso, enfocarme en profundidad requiere de cierto tiempo y esfuerzo, siendo este el motivo por el que me molesta tanto que me saquen de un estado enfocado, sobre todo por temas y asuntos que puedan atenderse en otros momentos, de una forma planificada.
El sábado pasado te hablé de cómo una lista me ayudaba a ganar las batallas diarias de la productividad, al mantenerme enfocado en lo importante, pero también te hablé de que a días perdía la batalla, y acababa exhausto. El motivo es por toda la energía que me consume el cambio de foco de atención.
Cuando se empiezan a solapar temas cruzados, que avanzan en paralelo, con múltiples tareas dependientes unas de otras, y de otras personas, generando diversidad de correos electrónicos, wasaps, y reuniones o conversaciones, noto como mi batería mental se descarga a la carrera, hasta que alcanzo el punto de bloqueo por seguridad, y se acabó pensar durante un buen rato. Batalla perdida. Lo veo venir rápido, pero a veces solo me queda caer en el intento.
Odio la multitarea y las interrupciones. Abogo por sistemas de comunicación planificados y no intrusivos. Porque para alcanzar mi mejor versión, y mis mejores resultados, los necesito. Aunque no te voy a engañar, a veces me siento un marciano cuando hablo de estas cosas.
Y a ti, ¿cómo se te da cambiar el foco de tu atención?
Faltan 222 días.