El martes te conté la importancia que le otorgo a tener un propósito personal, por ser nuestra razón de ser, lo que nos define, y lo que justifica, explica y motiva nuestra existencia. Justo por eso, es nuestra mejor guía y ayuda a la hora de tomar decisiones relacionadas con qué cosas hacer, y cuáles no.

Si esto lo creo así para mí mismo, y para cualquier persona, lo aplico, aún más si cabe, a cualquier organización.

Un proyecto, un objetivo, una línea estratégica, solo tienen razón de ser al amparo de la razón de ser de la organización, porque en caso contrario, esta se distorsiona, intentando, o más bien corriendo el riesgo, de convertirse en algo que no es.

A nivel general, vivimos tiempos líquidos, demasiado líquidos para mi gusto, con modas cambiantes de todo tipo, en los que lo más fácil parece ser el seguir estas modas, más allá de centrarse en los temas verdaderamente importantes en el corto, medio y largo plazo. Y en mi humilde opinión, a la SEFH le está pasando algo de esto.

Sus últimos proyectos estrella no resuenan conmigo, y no porque considere que no tienen su interés, que lo tienen en parte, sino porque creo que responden más a un contexto coyuntural externo, que a la razón de ser de la SEFH. Responden más a una moda fácil, que a lo que realmente necesita la farmacia hospitalaria para ser CONOCIDA, RECONOCIDA y SOLICITADA.

Y tú, ¿piensas que la SEFH está alineada con su razón de ser?

Faltan 231 días.

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El martes te conté la importancia que le otorgo a tener un propósito personal, por ser nuestra razón de ser, lo que nos define, y lo que justifica, explica y motiva nuestra existencia. Justo por eso, es nuestra mejor guía y ayuda a la hora de tomar decisiones relacionadas con qué cosas hacer, y cuáles no.

Si esto lo creo así para mí mismo, y para cualquier persona, lo aplico, aún más si cabe, a cualquier organización.

Un proyecto, un objetivo, una línea estratégica, solo tienen razón de ser al amparo de la razón de ser de la organización, porque en caso contrario, esta se distorsiona, intentando, o más bien corriendo el riesgo, de convertirse en algo que no es.

A nivel general, vivimos tiempos líquidos, demasiado líquidos para mi gusto, con modas cambiantes de todo tipo, en los que lo más fácil parece ser el seguir estas modas, más allá de centrarse en los temas verdaderamente importantes en el corto, medio y largo plazo. Y en mi humilde opinión, a la SEFH le está pasando algo de esto.

Sus últimos proyectos estrella no resuenan conmigo, y no porque considere que no tienen su interés, que lo tienen en parte, sino porque creo que responden más a un contexto coyuntural externo, que a la razón de ser de la SEFH. Responden más a una moda fácil, que a lo que realmente necesita la farmacia hospitalaria para ser CONOCIDA, RECONOCIDA y SOLICITADA.

Y tú, ¿piensas que la SEFH está alineada con su razón de ser?

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