¡¡Este va a ser más de lo mismo!!
Lo más probable es que haya elecciones a la Junta Directiva de la SEFH en octubre, por lo que tanto la candidatura de la que formo parte, como yo mismo, de una u otra forma, seremos conceptualizados en la mente de cada socia o socio que vote.
En este proceso, es muy posible que anide el pensamiento de que nada va a cambiar, de que todo va a seguir siendo lo mismo, ya sea por el histórico de la SEFH, ya sea por isomorfismos trasladados de la política general. Y aunque la entiendo, no comparto esta forma de pensar.
Si alguien no me conoce, ni me quiere escuchar, y mucho menos confiar en mí, entiendo que piense así, como mecanismo de autojustificación. Porque, a fin de cuentas, si no te gusta lo que hay, no querer otra cosa diferente, que puede ser mejor que lo actual, no es coherente, y de alguna forma tenemos que justificarnos a nosotros mismos.
Creo que tenemos demasiado imbuido en el intelecto colectivo el famoso refrán de «Más vale malo conocido, que bueno por conocer», que no comparto, porque aunque a veces te pueda evitar decepciones, siempre es un lastre para avanzar.
Si tú piensas así, te propongo un trato. Apóyame, dame una oportunidad de ser Presidente, y si luego no respondo como te digo que lo voy a hacer, échamelo en cara, y no dejes de reprochármelo. Lo dejó aquí escrito. Porque si no cumplo, dimitiré.
Pero por favor, no me difumines ni me estereotipes con personas que no son yo, ni con circunstancias que no son las mías.
Cuando vayas a votar, hazlo con la esperanza de que el futuro puede ser mejor que el presente, pero no lo hagas derrotada o derrotado por una realidad o un pasado que no te gusta, ni te deja soñar con un futuro mejor.
Y tú, ¿vas a votar con esperanza, o sin ella?
Faltan 241 días.
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¡¡Este va a ser más de lo mismo!!
Lo más probable es que haya elecciones a la Junta Directiva de la SEFH en octubre, por lo que tanto la candidatura de la que formo parte, como yo mismo, de una u otra forma, seremos conceptualizados en la mente de cada socia o socio que vote.
En este proceso, es muy posible que anide el pensamiento de que nada va a cambiar, de que todo va a seguir siendo lo mismo, ya sea por el histórico de la SEFH, ya sea por isomorfismos trasladados de la política general. Y aunque la entiendo, no comparto esta forma de pensar.
Si alguien no me conoce, ni me quiere escuchar, y mucho menos confiar en mí, entiendo que piense así, como mecanismo de autojustificación. Porque, a fin de cuentas, si no te gusta lo que hay, no querer otra cosa diferente, que puede ser mejor que lo actual, no es coherente, y de alguna forma tenemos que justificarnos a nosotros mismos.
Creo que tenemos demasiado imbuido en el intelecto colectivo el famoso refrán de «Más vale malo conocido, que bueno por conocer», que no comparto, porque aunque a veces te pueda evitar decepciones, siempre es un lastre para avanzar.
Si tú piensas así, te propongo un trato. Apóyame, dame una oportunidad de ser Presidente, y si luego no respondo como te digo que lo voy a hacer, échamelo en cara, y no dejes de reprochármelo. Lo dejó aquí escrito. Porque si no cumplo, dimitiré.
Pero por favor, no me difumines ni me estereotipes con personas que no son yo, ni con circunstancias que no son las mías.
Cuando vayas a votar, hazlo con la esperanza de que el futuro puede ser mejor que el presente, pero no lo hagas derrotada o derrotado por una realidad o un pasado que no te gusta, ni te deja soñar con un futuro mejor.
Y tú, ¿vas a votar con esperanza, o sin ella?
Faltan 241 días.