¡¡Este es tu sitio!!
A mi hijo, con ya casi nueve años, le gusta mucho el cine y por eso vamos todo lo que podemos a Kinépolis, el más cercano, y que, además, me gusta mucho. El número de salas, los espacios y capacidades, me llevan a fantasear desde hace tiempo, con hacer allí unas jornadas presenciales de La FHactoria.
Me encanta organizar eventos. Disfruté mucho presidir el 60 Congreso de la SEFH, codo a codo con Mónica, la presidenta científica, siendo precisamente la sinergia entre ambos, con nuestras fortalezas diferenciales, la causa del éxito que tuvo.
En la primera entrada de este diario (ver Día 0), te hablé de mi diáspora existencial de los tres últimos años. Gran parte de ella fue una búsqueda. La de cuál era mi lugar, y mi propósito, en un ámbito profesional.
Creo en el poder de la meditación, y la practico de forma diaria, aunque no siempre cumpla. Calidez y bloqueo sensorial, junto con ritmos binaurales catalizadores, generan una paz, quietud y tranquilidad mental, que te abre la puerta a otro plano existencial, donde la reflexión profunda y focalizada aporta claridad, y donde las peticiones de ayuda suelen tener respuesta, antes o después.
También pienso que todos tenemos un sitio, un lugar, en donde podemos aportar nuestro máximo potencial, tanto para nuestro bien, como para el bien conjunto. Siempre me ha resonado mucho ver a Rafiki señalando a Simba el camino a la «Pride Rock», en el final de la película «El Rey León», bajo los acordes de la preciosa melodía «Remenber», de Hans Zimmer.
Como sigo fiel a mi promesa de no hacer esto muy largo cada día, seguiré mañana…
Y tú, ¿has encontrado tu sitio y tu propósito?
Faltan 276 días.
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¡¡Este es tu sitio!!
A mi hijo, con ya casi nueve años, le gusta mucho el cine y por eso vamos todo lo que podemos a Kinépolis, el más cercano, y que, además, me gusta mucho. El número de salas, los espacios y capacidades, me llevan a fantasear desde hace tiempo, con hacer allí unas jornadas presenciales de La FHactoria.
Me encanta organizar eventos. Disfruté mucho presidir el 60 Congreso de la SEFH, codo a codo con Mónica, la presidenta científica, siendo precisamente la sinergia entre ambos, con nuestras fortalezas diferenciales, la causa del éxito que tuvo.
En la primera entrada de este diario (ver Día 0), te hablé de mi diáspora existencial de los tres últimos años. Gran parte de ella fue una búsqueda. La de cuál era mi lugar, y mi propósito, en un ámbito profesional.
Creo en el poder de la meditación, y la practico de forma diaria, aunque no siempre cumpla. Calidez y bloqueo sensorial, junto con ritmos binaurales catalizadores, generan una paz, quietud y tranquilidad mental, que te abre la puerta a otro plano existencial, donde la reflexión profunda y focalizada aporta claridad, y donde las peticiones de ayuda suelen tener respuesta, antes o después.
También pienso que todos tenemos un sitio, un lugar, en donde podemos aportar nuestro máximo potencial, tanto para nuestro bien, como para el bien conjunto. Siempre me ha resonado mucho ver a Rafiki señalando a Simba el camino a la «Pride Rock», en el final de la película «El Rey León», bajo los acordes de la preciosa melodía «Remenber», de Hans Zimmer.
Como sigo fiel a mi promesa de no hacer esto muy largo cada día, seguiré mañana…
Y tú, ¿has encontrado tu sitio y tu propósito?
Faltan 276 días.