El otro día me encontré en Instagram con la frase del título de esta entrada, «Nadie ofrece tanto como el que no va a cumplir», que se le atribuye a Francisco de Quevedo, aunque en realidad no es una transcripción exacta de lo que escribió, ya que la cita original escrita fue, «Prometer mucho significa dar poco.»

En cualquiera de sus variantes, el significado de la frase se centra en la idea de que aquellos que hacen promesas grandiosas o excesivas, a menudo lo hacen porque no tienen intención o capacidad de cumplirlas. Es una observación sobre la naturaleza humana y cómo a veces las personas utilizan promesas vacías para ganarse la confianza o el favor de otros.

De inmediato recordé la campaña electoral del 23J, con sonadas propuestas merecedoras de esta respuesta.

En esencia, parece prudente desconfiar de las grandes promesas, especialmente si provienen de alguien que tiene un historial de no cumplirlas, para lo que es importante contar con memoria y juicio crítico.

Nosotros, en Somos+, también estamos de campaña electoral, pero tras hacer una revisión crítica, no creo que, en ninguno de nuestros 25 proyectos y 43 iniciativas del Plan Estratégico, haya ninguna propuesta merecedora de esta frase. Hay ambición, sí, pero también factibilidad.

Me gusta esta frase de Quevedo, y mira que tiene años, pero sigue estando de plena actualidad, probablemente porque poco ha cambiado la conducta humana, a pesar de todo lo pasado.

Y tú, ¿tienes en mente esta frase o similares en tu día a día?

Faltan 46 días.

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El otro día me encontré en Instagram con la frase del título de esta entrada, «Nadie ofrece tanto como el que no va a cumplir», que se le atribuye a Francisco de Quevedo, aunque en realidad no es una transcripción exacta de lo que escribió, ya que la cita original escrita fue, «Prometer mucho significa dar poco.»

En cualquiera de sus variantes, el significado de la frase se centra en la idea de que aquellos que hacen promesas grandiosas o excesivas, a menudo lo hacen porque no tienen intención o capacidad de cumplirlas. Es una observación sobre la naturaleza humana y cómo a veces las personas utilizan promesas vacías para ganarse la confianza o el favor de otros.

De inmediato recordé la campaña electoral del 23J, con sonadas propuestas merecedoras de esta respuesta.

En esencia, parece prudente desconfiar de las grandes promesas, especialmente si provienen de alguien que tiene un historial de no cumplirlas, para lo que es importante contar con memoria y juicio crítico.

Nosotros, en Somos+, también estamos de campaña electoral, pero tras hacer una revisión crítica, no creo que, en ninguno de nuestros 25 proyectos y 43 iniciativas del Plan Estratégico, haya ninguna propuesta merecedora de esta frase. Hay ambición, sí, pero también factibilidad.

Me gusta esta frase de Quevedo, y mira que tiene años, pero sigue estando de plena actualidad, probablemente porque poco ha cambiado la conducta humana, a pesar de todo lo pasado.

Y tú, ¿tienes en mente esta frase o similares en tu día a día?

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