A veces, la vida parece un vasto océano de conocimiento, con olas de información que se precipitan hacia nosotros a un ritmo incesante. Es fácil sentirse abrumado, perdido en la tormenta.

Pero, ¿qué pasaría si te dijera que existe un faro en medio de este mar tumultuoso? Un faro que te permitirá no solo navegar con confianza, sino también atrapar y conservar esas preciosas gotas de sabiduría. Ese faro es el método Cornell para tomar notas. El que te cité hace unos días.

Imagina que estás en una conferencia, una clase o leyendo un libro, y las ideas empiezan a fluir. En lugar de tomar notas desordenadamente, haces una pausa y tomas un respiro.

Dibujas en un papel una línea horizontal en la parte superior, de poca altura, que usarás para el título, fecha, asignatura, etc., y otra en la parte inferior, de un 10 o 15% de altura sobre el total. Y en la franja central resultante, dibujas una línea vertical, creando una sección estrecha a la izquierda y una más amplia a la derecha. La página se transforma así en un lienzo ordenado, una invitación para capturar el conocimiento de manera estructurada. Ese es el primer paso en el método Cornell.

También te digo que, si utilizas una plantilla, digital o analógica, y hay muchas, mejor que mejor.

En la parte central derecha, tomas notas como normalmente lo harías, pero de manera más selectiva, concentrándote en la esencia. Luego, durante una revisión posterior, completas la columna central izquierda con preguntas clave y observaciones que surgen de tus notas.

La sección inferior es la reservada para el resumen. Aquí, tras la conferencia o la lectura, destilas las ideas clave en tus propias palabras. Esta es tu oportunidad para reflexionar, digerir y comprender realmente lo que has aprendido. Es un momento para ti, con tus pensamientos y tus ideas.

La esencia del método Cornell no trata de tomar notas por tomar, sino de capturar de manera activa y reflexiva el conocimiento. De procesarlo, de entenderlo y, finalmente, de hacerlo tuyo.

Según los expertos, presenta múltiples beneficios. Mejora tu capacidad de recordar y entender información, además de promover el pensamiento crítico y la síntesis de ideas. Pero, sobre todo, tus notas se convierten en conocimiento personalizado, que podrás consultar y aprender de él cuando lo desees, máxime si usas un cerebro digital.

Así que no lo dudes, para tu próxima nota, utiliza el método Cornell. Encuentra tu faro en la tormenta y transforma las olas de conocimiento en una fuente de la que puedas beber, aprender y crecer.

Y tú, ¿empleas el método Cornell para tu toma de notas?

Faltan 47 días.

Comparte esta entrada del Diario

A veces, la vida parece un vasto océano de conocimiento, con olas de información que se precipitan hacia nosotros a un ritmo incesante. Es fácil sentirse abrumado, perdido en la tormenta.

Pero, ¿qué pasaría si te dijera que existe un faro en medio de este mar tumultuoso? Un faro que te permitirá no solo navegar con confianza, sino también atrapar y conservar esas preciosas gotas de sabiduría. Ese faro es el método Cornell para tomar notas. El que te cité hace unos días.

Imagina que estás en una conferencia, una clase o leyendo un libro, y las ideas empiezan a fluir. En lugar de tomar notas desordenadamente, haces una pausa y tomas un respiro.

Dibujas en un papel una línea horizontal en la parte superior, de poca altura, que usarás para el título, fecha, asignatura, etc., y otra en la parte inferior, de un 10 o 15% de altura sobre el total. Y en la franja central resultante, dibujas una línea vertical, creando una sección estrecha a la izquierda y una más amplia a la derecha. La página se transforma así en un lienzo ordenado, una invitación para capturar el conocimiento de manera estructurada. Ese es el primer paso en el método Cornell.

También te digo que, si utilizas una plantilla, digital o analógica, y hay muchas, mejor que mejor.

En la parte central derecha, tomas notas como normalmente lo harías, pero de manera más selectiva, concentrándote en la esencia. Luego, durante una revisión posterior, completas la columna central izquierda con preguntas clave y observaciones que surgen de tus notas.

La sección inferior es la reservada para el resumen. Aquí, tras la conferencia o la lectura, destilas las ideas clave en tus propias palabras. Esta es tu oportunidad para reflexionar, digerir y comprender realmente lo que has aprendido. Es un momento para ti, con tus pensamientos y tus ideas.

La esencia del método Cornell no trata de tomar notas por tomar, sino de capturar de manera activa y reflexiva el conocimiento. De procesarlo, de entenderlo y, finalmente, de hacerlo tuyo.

Según los expertos, presenta múltiples beneficios. Mejora tu capacidad de recordar y entender información, además de promover el pensamiento crítico y la síntesis de ideas. Pero, sobre todo, tus notas se convierten en conocimiento personalizado, que podrás consultar y aprender de él cuando lo desees, máxime si usas un cerebro digital.

Así que no lo dudes, para tu próxima nota, utiliza el método Cornell. Encuentra tu faro en la tormenta y transforma las olas de conocimiento en una fuente de la que puedas beber, aprender y crecer.

Y tú, ¿empleas el método Cornell para tu toma de notas?

Faltan 47 días.

Comparte esta entrada del Diario