Es domingo, es agosto, y estamos en mitad de un puente.

Para hoy te he reservado algo especial, algo que escribí en vacaciones.

Hoy te recomiendo que veas una película danesa. En mi caso la vi en Netflix, aunque desconozco si está en otras plataformas.

Si lees un resumen de la misma, te dirán que la película trata sobre Elliott, un joven pescador con una voz extraordinaria, que tiene ante sí la oportunidad de su vida cuando la poderosa agente del mundo musical Suzanne lo descubre en una fiesta.

Pero sinceramente, discrepo, porque esta película es una historia de amor.

Pero si por algo destaca, y por lo que en realidad te la recomiendo, es por su final, y más en concreto, por su canción final. Porque en realidad toda la película gira para esos minutos finales.

Si entiendes inglés, genial, si no, no te preocupes, está subtitulada. Y es que hay que entender palabra a palabra, y estrofa a estrofa. Ya te adelanto que quizá la tengas que ver varias veces, o al menos yo tuve que hacerlo para entenderla del todo.

El poder de las miradas dice mucho, y me encantan los segundos previos a la canción, pero cuando descubres lo que de verdad le está diciendo a quien ya verás, y como se lo está diciendo, simplemente te cautiva.

No te voy a hacer un spoiler, quiero que la descubras. Porque, simplemente, es una preciosa definición y resumen de lo que es una vida maravillosa.

Y tú, ¿te la vas a perder?

Faltan 53 días.

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Es domingo, es agosto, y estamos en mitad de un puente.

Para hoy te he reservado algo especial, algo que escribí en vacaciones.

Hoy te recomiendo que veas una película danesa. En mi caso la vi en Netflix, aunque desconozco si está en otras plataformas.

Si lees un resumen de la misma, te dirán que la película trata sobre Elliott, un joven pescador con una voz extraordinaria, que tiene ante sí la oportunidad de su vida cuando la poderosa agente del mundo musical Suzanne lo descubre en una fiesta.

Pero sinceramente, discrepo, porque esta película es una historia de amor.

Pero si por algo destaca, y por lo que en realidad te la recomiendo, es por su final, y más en concreto, por su canción final. Porque en realidad toda la película gira para esos minutos finales.

Si entiendes inglés, genial, si no, no te preocupes, está subtitulada. Y es que hay que entender palabra a palabra, y estrofa a estrofa. Ya te adelanto que quizá la tengas que ver varias veces, o al menos yo tuve que hacerlo para entenderla del todo.

El poder de las miradas dice mucho, y me encantan los segundos previos a la canción, pero cuando descubres lo que de verdad le está diciendo a quien ya verás, y como se lo está diciendo, simplemente te cautiva.

No te voy a hacer un spoiler, quiero que la descubras. Porque, simplemente, es una preciosa definición y resumen de lo que es una vida maravillosa.

Y tú, ¿te la vas a perder?

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