El otro día un conocido me comentó que no entendía por qué hacía tantas entradas sobre liderazgo en este Diario, porque, a fin de cuentas, teníamos muchos líderes.

Le pedí lo mismo que te pido a ti ahora, que pienses en un o una líder, y no me refiero a farmacia hospitalaria, sino a nivel general. Piénsalo durante unos segundos.

Imagino que ya habrás pensado en alguien, pero ojo, que me estoy refiriendo a un liderazgo de verdad, Es decir, me refiero a alguien a quien seguirías sin ninguna duda cada vez que te diga algo. Alguien de quien te fíes completamente. Alguien de quien estés seguro o segura que busca tu beneficio, aunque tú no lo veas.

Piénsalo de nuevo unos segundos, bajo esta perspectiva. ¿Aparece?

Y ahora, piensa en Farmacia Hospitalaria. Unos pocos segundos más. ¿Aparece alguien?

Es una lástima no poder vernos físicamente, porque te preguntaría a ver. Porque si ya es difícil que te haya venido un líder general a la cabeza (sobre todo si no existen connotaciones religiosas), en el caso de la farmacia hospitalaria lo más probable es que no te venga nadie a la cabeza.

Y es que, en realidad, ese es el gran problema de nuestro tiempo. La dramática escasez de auténticos líderes que tenemos, a todos los niveles, tanto a nivel general, como en la farmacia hospitalaria.

En mi opinión, “se nos ha olvidado lo que significa ser líderes”. Nos han intoxicado con innumerables mensajes sobre lo que es un liderazgo malentendido, y es lo que las nuevas generaciones, ven, escuchan y tienden a imitar.

Por eso hago tantas entradas sobre liderazgo. Para trasladar las claves de lo que creo que es un auténtico liderazgo, tanto a nivel general, como en farmacia hospitalaria. Porque considero que aún podemos reconducir la situación, y generar los liderazgos auténticos que tanto necesitamos.

Y tú, ¿consideras que existen “auténticos” liderazgos?, y ojo, que remarco lo de auténticos.

Faltan 67 días.