Es literal, no una alegoría.

Tras no sé cuántos años con el mismo modelo de gafas, que cambiaba con ligeras variaciones, he dado un giro completo. De un plumazo he dejado obsoletas todas mis fotos, incluidas las del finde de Somos+.

Hace unas semanas que tengo dolores de cabeza casi permanentes. Sé que su origen es multifactorial, y que sin duda influye la campaña electoral y todo le que le acompaña, y que mi postura corporal delante de un ordenador, sobre todo en los portátiles, y con el teléfono móvil, es una tortura para mis hombros y cuello. No dudo que estas son las principales causas.

Pero también me revisé la vista, que ya hacía casi dos años y medio que no lo hacía. El cambio de graduación no hacía necesario, pero sí conveniente, el cambio de cristales. Y así, en esas estaba, tras probar muchas opciones, y con un modelo de gafas ya seleccionado, diferente, pero en la línea anterior, que hubo que buscar una montura para una gafa auxiliar, y llegó a la mesa algo completamente diferente, y casi en acto reflejo, pero sin esperanza alguna, me lo probé, y al verme, vibré en sintonía, y ya no hubo dudas.

Creo que el cambio es una constante que siempre nos acompaña, aunque estoy en un momento que me noto que mi ser me pide con fuerza cambiar algunas cosas, sobre todo relacionadas con la imagen exterior que traslado al mundo. Debe ser que se aproximan cambios importantes, y mi ser lo percibe.

Desde ayer ya las llevo, espero que te gusten.

Aunque más me preocupa que me va rondando por la cabeza, ya hace semanas también, raparme el pelo, y entrar en el club de los calvos por decisión propia. No sé, ya veremos, tengo muchas dudas. Pero lo más probable es que en julio o agosto lo haga, y según me sienta, me mantendré o no en ese club.

Y tú, ¿has sentido o sientes esa necesidad de cambio externo?

Faltan 91 días.

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Es literal, no una alegoría.

Tras no sé cuántos años con el mismo modelo de gafas, que cambiaba con ligeras variaciones, he dado un giro completo. De un plumazo he dejado obsoletas todas mis fotos, incluidas las del finde de Somos+.

Hace unas semanas que tengo dolores de cabeza casi permanentes. Sé que su origen es multifactorial, y que sin duda influye la campaña electoral y todo le que le acompaña, y que mi postura corporal delante de un ordenador, sobre todo en los portátiles, y con el teléfono móvil, es una tortura para mis hombros y cuello. No dudo que estas son las principales causas.

Pero también me revisé la vista, que ya hacía casi dos años y medio que no lo hacía. El cambio de graduación no hacía necesario, pero sí conveniente, el cambio de cristales. Y así, en esas estaba, tras probar muchas opciones, y con un modelo de gafas ya seleccionado, diferente, pero en la línea anterior, que hubo que buscar una montura para una gafa auxiliar, y llegó a la mesa algo completamente diferente, y casi en acto reflejo, pero sin esperanza alguna, me lo probé, y al verme, vibré en sintonía, y ya no hubo dudas.

Creo que el cambio es una constante que siempre nos acompaña, aunque estoy en un momento que me noto que mi ser me pide con fuerza cambiar algunas cosas, sobre todo relacionadas con la imagen exterior que traslado al mundo. Debe ser que se aproximan cambios importantes, y mi ser lo percibe.

Desde ayer ya las llevo, espero que te gusten.

Aunque más me preocupa que me va rondando por la cabeza, ya hace semanas también, raparme el pelo, y entrar en el club de los calvos por decisión propia. No sé, ya veremos, tengo muchas dudas. Pero lo más probable es que en julio o agosto lo haga, y según me sienta, me mantendré o no en ese club.

Y tú, ¿has sentido o sientes esa necesidad de cambio externo?

Faltan 91 días.

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