Se nota que estamos en campaña electoral, oficial u oficiosa, tanto a nivel nacional, como a nivel de nuestra sociedad científica.
Y no puede haber campaña electoral sin que se hable de valores. Es de primero de campaña electoral. Entro en campaña, hablo de valores.
Lo curioso de los valores es que son tan fáciles de decir, y tan difíciles de cumplir, porque se empeñan en ponernos a prueba, permanentemente. Sobre todo, cuando no hay campaña electoral.
Y otra cosa curiosa es que los valores también se empeñan en existir a lo largo del tiempo, se niegan a ser plato ocasional, y no perdonan que se les haga aparecer y desaparecer a lo largo del tiempo como los ojos del guadiana.
Entiendo perfectamente a quien considera que los valores son un incordio.
Claro que, entender, no significa compartir. Porque no, los valores no son un incordio, ni un elemento de postureo electoral. Los valores son los que conforman nuestra alma y nuestro espíritu, como personas y como organizaciones. Son los que nos guían en nuestras decisiones, y les damos gracias porque nos hacen entender que no todo vale.
Somos+ se cimienta sobre la confianza, lealtad, trabajo, compromiso, esperanza, pasión, emoción, alegría, convicción y resiliencia. Y los llevamos impresos en nuestra amalgama existencial, de forma permanente, desde donde nos guían.
Y tú, ¿crees que los valores son un incordio, o todo lo contrario?
Faltan 107 días.
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Se nota que estamos en campaña electoral, oficial u oficiosa, tanto a nivel nacional, como a nivel de nuestra sociedad científica.
Y no puede haber campaña electoral sin que se hable de valores. Es de primero de campaña electoral. Entro en campaña, hablo de valores.
Lo curioso de los valores es que son tan fáciles de decir, y tan difíciles de cumplir, porque se empeñan en ponernos a prueba, permanentemente. Sobre todo, cuando no hay campaña electoral.
Y otra cosa curiosa es que los valores también se empeñan en existir a lo largo del tiempo, se niegan a ser plato ocasional, y no perdonan que se les haga aparecer y desaparecer a lo largo del tiempo como los ojos del guadiana.
Entiendo perfectamente a quien considera que los valores son un incordio.
Claro que, entender, no significa compartir. Porque no, los valores no son un incordio, ni un elemento de postureo electoral. Los valores son los que conforman nuestra alma y nuestro espíritu, como personas y como organizaciones. Son los que nos guían en nuestras decisiones, y les damos gracias porque nos hacen entender que no todo vale.
Somos+ se cimienta sobre la confianza, lealtad, trabajo, compromiso, esperanza, pasión, emoción, alegría, convicción y resiliencia. Y los llevamos impresos en nuestra amalgama existencial, de forma permanente, desde donde nos guían.
Y tú, ¿crees que los valores son un incordio, o todo lo contrario?
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