El domingo pasado te contaba que conseguir emocionar era otra clave fundamental del liderazgo, porque era la base para conseguir enseñar, inspirar y motivar.

Pues bien, algo necesario, a mi modo de entender, para conseguir emocionar, es tener credibilidad.

A ti, igual que a mí, e igual que a todos, nos pueden engañar con palabras y frases bonitas bien dichas. Pero tenemos algo llamado memoria, y también juicio crítico, para decidir si lo que nos dijeron era cierto o no. Y también tenemos la capacidad de valorar si esta circunstancia es ocasional o una constante.

Una persona SIN CREDIBILIDAD no puede ser un líder. Será otra cosa, pero no un líder, o al menos, no uno bueno.

Y si la credibilidad es tan relevante en un líder, es porque genera confianza, incrementa la capacidad de influir en los demás y permite motivar más eficazmente.

La credibilidad, al igual que la reputación, no se consigue de la noche a la mañana. Requiere de un esfuerzo importante para conseguirla, pero, sobre todo, para mantenerla, por lo sencillo que es perderla. Pero el esfuerzo, sin duda, es de los que merecen la pena.

Y tú, ¿consideras que la credibilidad es necesario para el liderazgo?

Faltan 109 días.

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El domingo pasado te contaba que conseguir emocionar era otra clave fundamental del liderazgo, porque era la base para conseguir enseñar, inspirar y motivar.

Pues bien, algo necesario, a mi modo de entender, para conseguir emocionar, es tener credibilidad.

A ti, igual que a mí, e igual que a todos, nos pueden engañar con palabras y frases bonitas bien dichas. Pero tenemos algo llamado memoria, y también juicio crítico, para decidir si lo que nos dijeron era cierto o no. Y también tenemos la capacidad de valorar si esta circunstancia es ocasional o una constante.

Una persona SIN CREDIBILIDAD no puede ser un líder. Será otra cosa, pero no un líder, o al menos, no uno bueno.

Y si la credibilidad es tan relevante en un líder, es porque genera confianza, incrementa la capacidad de influir en los demás y permite motivar más eficazmente.

La credibilidad, al igual que la reputación, no se consigue de la noche a la mañana. Requiere de un esfuerzo importante para conseguirla, pero, sobre todo, para mantenerla, por lo sencillo que es perderla. Pero el esfuerzo, sin duda, es de los que merecen la pena.

Y tú, ¿consideras que la credibilidad es necesario para el liderazgo?

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