Si hace unos días te hablaba de cómo bailaba por la emoción un sábado a las 6:47 h de la mañana, cuando escribo esta entrada es un día laboral, a las 07:19 h, y estoy en mi despacho del servicio de farmacia de mi hospital, y el corazón se me va a salir no sé por dónde. Esto no es tan solo emoción, esto es algo más.

Es verdad que hoy los Airpods también ayudan, como no, siempre la música aportando vida, pero de nuevo el combustible es otro.

Rozo con la yema de los dedos un anhelo, lo noto, lo siento, vibro acompasado, y no soy el único. Nos separan centenas de kilómetros, pero vibramos al unísono.

Seis meses y un día, que suenan, y en ocasiones han parecido, una condena. Una travesía por el desierto, otra más, que como suelen hacer, te enseña que tu sueño es más profundo y anhelado de lo pudiera parecerle al resto, e incluso a mí mismo, y que el desierto no es lo mismo cuando lo recorres en compañía.

Un WhatsApp, solo uno. La confirmación final de la factibilidad de la imposibilidad.

No sé si es que Somos Más se empeña en ser fiel a su origen, y le encanta repetirlo, o que trata de curtirnos para lo que está por llegar, pero créeme cuando te digo que hemos tenido que tirar de épica en múltiples ocasiones.

Y el WhatsApp llegó. Y todo se desbordó.

Y tú, ¿tienes ganas de saber lo que viene?

Faltan 120 días.

Comparte esta entrada del Diario

Si hace unos días te hablaba de cómo bailaba por la emoción un sábado a las 6:47 h de la mañana, cuando escribo esta entrada es un día laboral, a las 07:19 h, y estoy en mi despacho del servicio de farmacia de mi hospital, y el corazón se me va a salir no sé por dónde. Esto no es tan solo emoción, esto es algo más.

Es verdad que hoy los Airpods también ayudan, como no, siempre la música aportando vida, pero de nuevo el combustible es otro.

Rozo con la yema de los dedos un anhelo, lo noto, lo siento, vibro acompasado, y no soy el único. Nos separan centenas de kilómetros, pero vibramos al unísono.

Seis meses y un día, que suenan, y en ocasiones han parecido, una condena. Una travesía por el desierto, otra más, que como suelen hacer, te enseña que tu sueño es más profundo y anhelado de lo pudiera parecerle al resto, e incluso a mí mismo, y que el desierto no es lo mismo cuando lo recorres en compañía.

Un WhatsApp, solo uno. La confirmación final de la factibilidad de la imposibilidad.

No sé si es que Somos Más se empeña en ser fiel a su origen, y le encanta repetirlo, o que trata de curtirnos para lo que está por llegar, pero créeme cuando te digo que hemos tenido que tirar de épica en múltiples ocasiones.

Y el WhatsApp llegó. Y todo se desbordó.

Y tú, ¿tienes ganas de saber lo que viene?

Faltan 120 días.

Comparte esta entrada del Diario