Te lo reconozco, me moría de envidia. Me hubiera encantado estar allí.

Era Domingo, a primera hora de la tarde, y me pilló en ese estado adormecido tan típico del efecto posprandial. Vibró en mi muñeca la notificación de un nuevo WhatsApp, y el canal de la candidatura empiezó a echar humo por un tema que no viene al caso.

De repente se mostró una foto, alegórica sobre nuestra esencia, por el nombre de la cafetería donde se encontraba en ese mismo momento, nuestra candidata a la Secretaría. Asumí que estaba por algún sitio de su ciudad. Pero, eso que dice sorprendida la candidata a la Vicepresidencia, «¿Sabes que vivo justo enfrente de esa pastelería? La veo desde mi ventana». Hay muchas centenas de kilómetros de distancia entre sus ciudades.

«Uy…», le contestó la candidata a la Secretaría, que hasta ese momento no había caído en un aspecto de la ciudad en la que estaba. «Si quieres que nos demos dos besos, que enseguida me voy», continuó.

Y se dieron los dos besos. Tengo una foto que lo atestigua.

Ellas no son conscientes de la ilusión que me hizo, ver la ilusión que les hizo a ellas poder conocerse y verse en persona, por fin, más allá de canales digitales. Una ilusión que a mí solo me transmitía una cosa, el nuevo NOSOTROS estaba cuajando. Y a poco que me hayas leído, ya sabes la importancia que le doy a ese aspecto.

En mi opinión, una buena candidatura, y una buena Junta Directiva, no son solo cuatro personas que actúan de forma coordinada con base en los mismos intereses. Es algo más profundo y con mucho más valor. Es amistad, es lealtad, es sacrificio, es confianza, es alegría y es compromiso.

Espero y deseo que Somos Más gane las elecciones en octubre, pero antes que eso, espero y deseo que se consolide el NOSOTROS que se está gestando, porque así, aun en el peor de los casos, habrá merecido la pena.

Y otra cosa que no saben, es lo orgulloso que me siento de ellas y de que estén en esta candidatura.

Y tú, ¿crees en el poder del nosotros?.

Faltan 127 días.

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Te lo reconozco, me moría de envidia. Me hubiera encantado estar allí.

Era Domingo, a primera hora de la tarde, y me pilló en ese estado adormecido tan típico del efecto posprandial. Vibró en mi muñeca la notificación de un nuevo WhatsApp, y el canal de la candidatura empiezó a echar humo por un tema que no viene al caso.

De repente se mostró una foto, alegórica sobre nuestra esencia, por el nombre de la cafetería donde se encontraba en ese mismo momento, nuestra candidata a la Secretaría. Asumí que estaba por algún sitio de su ciudad. Pero, eso que dice sorprendida la candidata a la Vicepresidencia, «¿Sabes que vivo justo enfrente de esa pastelería? La veo desde mi ventana». Hay muchas centenas de kilómetros de distancia entre sus ciudades.

«Uy…», le contestó la candidata a la Secretaría, que hasta ese momento no había caído en un aspecto de la ciudad en la que estaba. «Si quieres que nos demos dos besos, que enseguida me voy», continuó.

Y se dieron los dos besos. Tengo una foto que lo atestigua.

Ellas no son conscientes de la ilusión que me hizo, ver la ilusión que les hizo a ellas poder conocerse y verse en persona, por fin, más allá de canales digitales. Una ilusión que a mí solo me transmitía una cosa, el nuevo NOSOTROS estaba cuajando. Y a poco que me hayas leído, ya sabes la importancia que le doy a ese aspecto.

En mi opinión, una buena candidatura, y una buena Junta Directiva, no son solo cuatro personas que actúan de forma coordinada con base en los mismos intereses. Es algo más profundo y con mucho más valor. Es amistad, es lealtad, es sacrificio, es confianza, es alegría y es compromiso.

Espero y deseo que Somos Más gane las elecciones en octubre, pero antes que eso, espero y deseo que se consolide el NOSOTROS que se está gestando, porque así, aun en el peor de los casos, habrá merecido la pena.

Y otra cosa que no saben, es lo orgulloso que me siento de ellas y de que estén en esta candidatura.

Y tú, ¿crees en el poder del nosotros?.

Faltan 127 días.

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