En mi opinión, otra de las grandes claves del liderazgo es la capacidad de establecer la estrategia. Y es fundamental, porque sin estrategia no hay crecimiento, y, por tanto, no hay paraíso.

Hay que definir qué se quiere hacer, cómo se va a hacer, cómo se va a medir, etc. Quien ejerza el liderazgo, necesariamente tiene que ocuparse de que exista esta estrategia, lo cual no implica que deba hacerla y ejecutarla en soledad, pero sí es necesaria una implicación máxima.

Considero que, además, hay dos grandes principios que siempre deben existir dentro del desarrollo de una estrategia.

El primero de ellos es su carácter sinérgico. Es decir, que hay que tener siempre en mente, y asegurar, la alineación de objetivos, esfuerzos y resultados. Y que cada elemento de la organización debe de apoyar de forma sinérgica al resto, de forma sistemática. Por desgracia, esto no suele ser tan frecuente como debería.

Y el segundo, es que hay alinear la inversión en tiempo de todos los componentes de la organización. Es vital entender que el tiempo, el propio y el de los demás, es uno de los dos recursos más valiosos de los que dispone cada persona (el otro es su atención). Y es así por las tres características que lo definen: es finito, no retorna y no sabemos cuánto nos queda.

El líder debe enfocarse en asegurar que el tiempo se invierta, y que no se desperdicie, como por ejemplo en reuniones abundantes, interminables e improductivas, o en sistemas de comunicación arcaicos, o modernos mal utilizados. Y ojo, que invertir el propio, no debe ir de la mano hacer desperdiciar el de otros. Recuerda la primera clave del liderazgo, la vocación de servicio, de la que ya te hablé.

Recuerda, al final, construir el futuro anhelado, tan solo es una decisión.

Y tú, ¿cuidas lo suficiente las sinergias y la inversión del tiempo en tus estrategias?

Faltan 144 días.

Comparte esta entrada del Diario

En mi opinión, otra de las grandes claves del liderazgo es la capacidad de establecer la estrategia. Y es fundamental, porque sin estrategia no hay crecimiento, y, por tanto, no hay paraíso.

Hay que definir qué se quiere hacer, cómo se va a hacer, cómo se va a medir, etc. Quien ejerza el liderazgo, necesariamente tiene que ocuparse de que exista esta estrategia, lo cual no implica que deba hacerla y ejecutarla en soledad, pero sí es necesaria una implicación máxima.

Considero que, además, hay dos grandes principios que siempre deben existir dentro del desarrollo de una estrategia.

El primero de ellos es su carácter sinérgico. Es decir, que hay que tener siempre en mente, y asegurar, la alineación de objetivos, esfuerzos y resultados. Y que cada elemento de la organización debe de apoyar de forma sinérgica al resto, de forma sistemática. Por desgracia, esto no suele ser tan frecuente como debería.

Y el segundo, es que hay alinear la inversión en tiempo de todos los componentes de la organización. Es vital entender que el tiempo, el propio y el de los demás, es uno de los dos recursos más valiosos de los que dispone cada persona (el otro es su atención). Y es así por las tres características que lo definen: es finito, no retorna y no sabemos cuánto nos queda.

El líder debe enfocarse en asegurar que el tiempo se invierta, y que no se desperdicie, como por ejemplo en reuniones abundantes, interminables e improductivas, o en sistemas de comunicación arcaicos, o modernos mal utilizados. Y ojo, que invertir el propio, no debe ir de la mano hacer desperdiciar el de otros. Recuerda la primera clave del liderazgo, la vocación de servicio, de la que ya te hablé.

Recuerda, al final, construir el futuro anhelado, tan solo es una decisión.

Y tú, ¿cuidas lo suficiente las sinergias y la inversión del tiempo en tus estrategias?

Faltan 144 días.

Comparte esta entrada del Diario