No, no voy a hablarte hoy del «Señor de los anillos» ni de «Sonic» y sus anillos dorados, aunque me encantaría tenerlos. Es otra cosa, algo mucho más sencillo de aplicar.

Es un concepto poderoso en el ámbito de la comunicación, y que por extendido y conocido que es, observo de forma reiterada que no se aplica.

Se trata del «Círculo de Oro» de Simon Sinek, el cual propone un orden muy concreto que deben seguir las ideas, las acciones y los procesos para alcanzar mejor sus objetivos. En realidad, se trata de un modelo mental para la planificación estratégica que se enfoca en tres preguntas: porqué, cómo y qué.

En lugar de empezar con el «Qué», que es el producto o el servicio que se está ofreciendo, Sinek sugiere que iniciemos en primer lugar con el «Porqué», que es la razón por la cual estamos ofreciendo ese producto, servicio o idea. Luego propone continuar con el «Cómo», es decir, cómo se ofrece ese producto, servicio o idea, para acabar con el «Qué», centrado ya sí, en qué es lo que se ofrece o propone.

Fíjate hoy cuando veas, leas o escuches mensajes, y medita sobre cuántos de estos mensajes siguen este orden, y si notas que unos te llegan mejor que otros.

Son múltiples las ventajas de usar este modelo mental, ya que empezar con el «Porqué», ayuda a crear una conexión emocional entre el emisor y el receptor. También permite crear una historia coherente y sólida, que contribuye a mejorar el desarrollo una marca efectiva por parte del emisor. Favorece un alineamiento entre emisor y receptor en cuanto a misión y valores. Y finalmente, al emisor le permite establecer una dirección clara, lo que le ayuda a tomar decisiones estratégicas de manera más consciente y fundamentadas.

Ahora entenderás mi obsesión con los porqués. Por que siempre debe ser lo primero.

Y tú, ¿crees que los porqués son lo primero a tu alrededor?

Faltan 164 días.

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No, no voy a hablarte hoy del «Señor de los anillos» ni de «Sonic» y sus anillos dorados, aunque me encantaría tenerlos. Es otra cosa, algo mucho más sencillo de aplicar.

Es un concepto poderoso en el ámbito de la comunicación, y que por extendido y conocido que es, observo de forma reiterada que no se aplica.

Se trata del «Círculo de Oro» de Simon Sinek, el cual propone un orden muy concreto que deben seguir las ideas, las acciones y los procesos para alcanzar mejor sus objetivos. En realidad, se trata de un modelo mental para la planificación estratégica que se enfoca en tres preguntas: porqué, cómo y qué.

En lugar de empezar con el «Qué», que es el producto o el servicio que se está ofreciendo, Sinek sugiere que iniciemos en primer lugar con el «Porqué», que es la razón por la cual estamos ofreciendo ese producto, servicio o idea. Luego propone continuar con el «Cómo», es decir, cómo se ofrece ese producto, servicio o idea, para acabar con el «Qué», centrado ya sí, en qué es lo que se ofrece o propone.

Fíjate hoy cuando veas, leas o escuches mensajes, y medita sobre cuántos de estos mensajes siguen este orden, y si notas que unos te llegan mejor que otros.

Son múltiples las ventajas de usar este modelo mental, ya que empezar con el «Porqué», ayuda a crear una conexión emocional entre el emisor y el receptor. También permite crear una historia coherente y sólida, que contribuye a mejorar el desarrollo una marca efectiva por parte del emisor. Favorece un alineamiento entre emisor y receptor en cuanto a misión y valores. Y finalmente, al emisor le permite establecer una dirección clara, lo que le ayuda a tomar decisiones estratégicas de manera más consciente y fundamentadas.

Ahora entenderás mi obsesión con los porqués. Por que siempre debe ser lo primero.

Y tú, ¿crees que los porqués son lo primero a tu alrededor?

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