No daba crédito.

En el Aula FIR busco transmitir a los residentes las claves fundamentales de la productividad personal, y un concepto que comparto es la famosa regla de Pareto, la del 20-80, la que viene a decir que el 80 % de tus resultados los consigues con el 20 % de tus acciones. Y es que, a base de preguntar a las sucesivas promociones, me di cuenta de que la mayoría no sabían lo que era. Y sinceramente, no daba crédito.

Esta regla es la piedra angular del éxito profesional y personal, entendiendo como éxito conseguir aquello que te hayas propuesto conseguir, sea lo que sea. Y si es importante a nivel individual, igual de crucial lo es para organizaciones, como servicios de farmacia o sociedades científicas.

Es una regla sencilla, pero que requiere de dos elementos. El primero, tener perfectamente definido lo que quieres conseguir, es decir, tus objetivos, en cualquier ámbito, profesional o personal. Lo segundo, disponer de un sistema de triaje, de obligada aplicación, a todos los inputs que lleguen a tu vida o a la actividad de la organización, que permita decidir si ese input se hace o no, y en caso afirmativo, con qué prioridad sobre el resto.

Llegar a un destino requiere marcar el rumbo y remar hacia él, sin garantía real de alcanzarlo. Pero si no lo haces así, la mar te llevará adonde ella quiera, y se apropiará de ti.

¿Aplicas la regla de Pareto a tu vida?

¿Aplica tu sociedad científica la regla de Pareto a su actividad?

Faltan 295 días.

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No daba crédito.

En el Aula FIR busco transmitir a los residentes las claves fundamentales de la productividad personal, y un concepto que comparto es la famosa regla de Pareto, la del 20-80, la que viene a decir que el 80 % de tus resultados los consigues con el 20 % de tus acciones. Y es que, a base de preguntar a las sucesivas promociones, me di cuenta de que la mayoría no sabían lo que era. Y sinceramente, no daba crédito.

Esta regla es la piedra angular del éxito profesional y personal, entendiendo como éxito conseguir aquello que te hayas propuesto conseguir, sea lo que sea. Y si es importante a nivel individual, igual de crucial lo es para organizaciones, como servicios de farmacia o sociedades científicas.

Es una regla sencilla, pero que requiere de dos elementos. El primero, tener perfectamente definido lo que quieres conseguir, es decir, tus objetivos, en cualquier ámbito, profesional o personal. Lo segundo, disponer de un sistema de triaje, de obligada aplicación, a todos los inputs que lleguen a tu vida o a la actividad de la organización, que permita decidir si ese input se hace o no, y en caso afirmativo, con qué prioridad sobre el resto.

Llegar a un destino requiere marcar el rumbo y remar hacia él, sin garantía real de alcanzarlo. Pero si no lo haces así, la mar te llevará adonde ella quiera, y se apropiará de ti.

¿Aplicas la regla de Pareto a tu vida?

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