Somos tres, o al menos eso se dice.

La rumorología apunta hace tiempo a que se está cocinando una tercera candidatura. No conozco muchos detalles más allá de que compañero la lidera (siempre según los rumores), aunque no me corresponde a mí decirlo, sino a él, cuando lo quiera anunciar, si es que llega a hacerlo.

Vivimos tiempos complicados para generar candidaturas. No sé si ha sido la pandemia, que nos ha cambiado la escala de valores en muchos aspectos, o que la combinación de poder y querer es muy complicada de encontrar, o que el hecho de que existan elecciones, o vete a saber qué, pero cuesta, mucho. Lo sé bien.

A mí me parece perfecto que haya una tercera candidatura. Seguro que aportará más cosas, más ideas, más valores.

Una compañera, en una Jornada, me decía el otro día que en su opinión no es bueno que haya tres candidaturas. Que, con dos, sobra, que una u otra, y que si hay tres, puede salir elegida la peor por una serie de circunstancias. No sé. Entiendo lo que quería decir, pero no lo comparto, al menos en nuestro contexto.

Creo que es bueno que haya tres candidaturas, porque, para empezar, facilitará la erosión de esta sensación de fractura y bloques que se generó hace cuatro años. Sensación tan absurda, como poco cuidada en su erradicación.

En caso de que sea correcto el rumor, pues nada, suerte, compañero, espero que llegues a buen puerto y al menos puedas pelear y defender tus ideas.

Y a ti, ¿qué te parece?, ¿tres candidaturas es positivo, o no?

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