Para mí, la clave de la libertad es la libertad de pensamiento. Se habla mucho de la libertad de expresión. Hay que reivindicar la libertad de expresión, por ejemplo en la prensa, pero si lo que usted expresa en la prensa es un pensamiento que no es propio, que ha adquirido sin convicción y sin pensarlo, entonces no es usted libre por mucho que le dejen expresarse.

– Jose Luis Sampedro –

Son muchas las ocasiones en las que me he cuestionado donde está el juicio crítico de mucha gente para valorar una situación, ver la evolución de acontecimientos, sacar conclusiones propias y actuar en consecuencia.

El ámbito de la farmacia hospitalaria no escapa a esta percepción, con el añadido de que considero que todas y todos los compañeros son personas inteligentes, con una notable capacidad de juicio crítico en algunos aspectos, pero que en otros no siempre está presente.

Caemos con demasiada frecuencia en el error de hacer uso de nuestra libertad de expresión, para tan solo expresar ideas ajenas, fruto de posibles condicionamientos a los que hayamos sido sometidos.

Sí, has leído bien, me incluyo en el grupo, porque no creo que nadie esté libre de esta circunstancia, por mucho que intente pensar las cosas y pasarlas por diversos filtros propios. Y sí, en ocasiones me equivoco.

Ojalá de cara a estas elecciones pensemos más las cosas en general, nos cuestionemos nuestra libertad de pensamiento, y no seamos simples transmisores de ideas implantadas por terceros, por muy de moda que estén en todas partes.

Y tú, ¿estás seguro o segura de tener libertad de pensamiento?

Faltan 185 días.

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Para mí, la clave de la libertad es la libertad de pensamiento. Se habla mucho de la libertad de expresión. Hay que reivindicar la libertad de expresión, por ejemplo en la prensa, pero si lo que usted expresa en la prensa es un pensamiento que no es propio, que ha adquirido sin convicción y sin pensarlo, entonces no es usted libre por mucho que le dejen expresarse.

– Jose Luis Sampedro –

Son muchas las ocasiones en las que me he cuestionado donde está el juicio crítico de mucha gente para valorar una situación, ver la evolución de acontecimientos, sacar conclusiones propias y actuar en consecuencia.

El ámbito de la farmacia hospitalaria no escapa a esta percepción, con el añadido de que considero que todas y todos los compañeros son personas inteligentes, con una notable capacidad de juicio crítico en algunos aspectos, pero que en otros no siempre está presente.

Caemos con demasiada frecuencia en el error de hacer uso de nuestra libertad de expresión, para tan solo expresar ideas ajenas, fruto de posibles condicionamientos a los que hayamos sido sometidos.

Sí, has leído bien, me incluyo en el grupo, porque no creo que nadie esté libre de esta circunstancia, por mucho que intente pensar las cosas y pasarlas por diversos filtros propios. Y sí, en ocasiones me equivoco.

Ojalá de cara a estas elecciones pensemos más las cosas en general, nos cuestionemos nuestra libertad de pensamiento, y no seamos simples transmisores de ideas implantadas por terceros, por muy de moda que estén en todas partes.

Y tú, ¿estás seguro o segura de tener libertad de pensamiento?

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