La candidatura a la que pertenezco persigue un sueño.

Persigue alcanzar un nivel de impacto y trascendencia de nuestra profesión y nuestra sociedad científica, muy por encima de todo lo que hemos visto hasta el momento, en pos de una farmacia hospitalaria CONOCIDA, RECONOCIDA y SOLICITADA.

Pero llevamos demasiados años haciendo lo mismo, con los mismos roles, los mismos modelos mentales, las mismas premisas y formas de actuación. Y sobre todo con una dramática falta de emoción, cuya consecuencia es la generación de una apatía sin precedentes en los últimos quince años, y de una ausencia de empatía con la SEFH, alarmante, y en mi opinión, muy grave.

Volver a emocionar al conjunto de socias y socios va a ser el gran reto, la labor más difícil. Volver a encantar en este contexto se torna casi un imposible, pero es la única forma, y el único sentido a mi parecer, de la futura Junta Directiva.

Tengo claras algunas formas de enfocar este problema, pero no, al menos por el momento, todas las soluciones. Porque, además, creo que algunas de ellas las tenemos que buscar entre todos. Pero, lo que si tengo cien por cien claro, es que el camino NO es seguir haciendo lo mismo que venimos haciendo.

Hace cuatro años, hablando específicamente de comunicación, planteaba que llevábamos 25 años (desde que entré de R1) haciendo lo mismo, con escasos o nulos resultados, y que si de una vez íbamos a cambiar, o íbamos a volver a perseverar en el error cuatro años más. Obviamente, se ha perseverado en el error.

Aplícalo a todo en global. ¿Nos decidimos a cambiar de una vez, o perseveramos en el error?

Y tú, ¿te atreves a cambiar y a soñar con un futuro mucho mejor?

Faltan 205 días.

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La candidatura a la que pertenezco persigue un sueño.

Persigue alcanzar un nivel de impacto y trascendencia de nuestra profesión y nuestra sociedad científica, muy por encima de todo lo que hemos visto hasta el momento, en pos de una farmacia hospitalaria CONOCIDA, RECONOCIDA y SOLICITADA.

Pero llevamos demasiados años haciendo lo mismo, con los mismos roles, los mismos modelos mentales, las mismas premisas y formas de actuación. Y sobre todo con una dramática falta de emoción, cuya consecuencia es la generación de una apatía sin precedentes en los últimos quince años, y de una ausencia de empatía con la SEFH, alarmante, y en mi opinión, muy grave.

Volver a emocionar al conjunto de socias y socios va a ser el gran reto, la labor más difícil. Volver a encantar en este contexto se torna casi un imposible, pero es la única forma, y el único sentido a mi parecer, de la futura Junta Directiva.

Tengo claras algunas formas de enfocar este problema, pero no, al menos por el momento, todas las soluciones. Porque, además, creo que algunas de ellas las tenemos que buscar entre todos. Pero, lo que si tengo cien por cien claro, es que el camino NO es seguir haciendo lo mismo que venimos haciendo.

Hace cuatro años, hablando específicamente de comunicación, planteaba que llevábamos 25 años (desde que entré de R1) haciendo lo mismo, con escasos o nulos resultados, y que si de una vez íbamos a cambiar, o íbamos a volver a perseverar en el error cuatro años más. Obviamente, se ha perseverado en el error.

Aplícalo a todo en global. ¿Nos decidimos a cambiar de una vez, o perseveramos en el error?

Y tú, ¿te atreves a cambiar y a soñar con un futuro mucho mejor?

Faltan 205 días.

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