Somos animales de costumbres, no hay duda.
Son las cinco y cuarenta ocho minutos de la mañana de un sábado, y de nuevo me pongo a bailar, esta vez en el despacho mientras escribo. Me encanta Apple Music, por su capacidad de poder escuchar en cada momento lo que quieras, que para los que crecimos con la radio, y después con las cintas de cassette, es el ejemplo perfecto del significado de un cambio de paradigma, pero, sobre todo, porque me permite acceder a versiones diferentes, nuevas o antiguas, de canciones que siempre me han encantado, o encontrar joyas que en su momento me perdí.
Supongo que conocerás la canción, «Only You» de Yazoo, de la que luego hubo una versión a capela muy conocida de Flying Pickets. Siempre me ha gustado esa canción, en general más la original, y a temporadas más la versión a capela. Pero en este momento, es otra versión, la de Kylie Christmas junto con James Corden, la que me encanta. Nunca deja de sorprenderme, quizá por estar en una profesión donde se busca asegurar la bioequivalencia, como diferentes matices y registros musicales pueden mejorar o empeorar tanto a las versiones originales, o llegar incluso, a transmitir sentimientos diferentes.
Y como las cosas se relacionan de formas curiosas, buscando versiones de «Only You» me topé con una de Alison Moyet, cantante desconocida para mí hasta ese momento, que me gustó. Al buscar y escuchar más canciones de ella, apareció la joyita que escucho con intensidad estos días, titulada «Is this love?«. Y para terminar las relaciones curiosas, resulta que Microsoft Copilot me acaba de chivar que Alison Moyet era la vocalista de Yazoo, por lo que la llevo escuchando toda la vida sin saberlo.
A las cinco y cuarenta y cinco minutos de esta mañana pensaba contarte mis avances con ChatGPT Plus, pero creo que lo dejo para la semana próxima.
Y es que somos animales de costumbres. Ya no dudo de que cuanto más asfixiante se empeña en ser la puñetera realidad profesional a mi alrededor, más empeño pone mi sutil dama de las sombras en hacerse notar, escuchando música, bailando solo en la cocina o el despacho, pero, sobre todo, escribiendo libre de ataduras. Y es que, al igual que Superman necesitaba el sol para recargarse, yo la necesito a ella, a mi sutil dama de las sombras.
Y tú, ¿bailas con tu sutil dama de las sombras?
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Somos animales de costumbres, no hay duda.
Son las cinco y cuarenta ocho minutos de la mañana de un sábado, y de nuevo me pongo a bailar, esta vez en el despacho mientras escribo. Me encanta Apple Music, por su capacidad de poder escuchar en cada momento lo que quieras, que para los que crecimos con la radio, y después con las cintas de cassette, es el ejemplo perfecto del significado de un cambio de paradigma, pero, sobre todo, porque me permite acceder a versiones diferentes, nuevas o antiguas, de canciones que siempre me han encantado, o encontrar joyas que en su momento me perdí.
Supongo que conocerás la canción, «Only You» de Yazoo, de la que luego hubo una versión a capela muy conocida de Flying Pickets. Siempre me ha gustado esa canción, en general más la original, y a temporadas más la versión a capela. Pero en este momento, es otra versión, la de Kylie Christmas junto con James Corden, la que me encanta. Nunca deja de sorprenderme, quizá por estar en una profesión donde se busca asegurar la bioequivalencia, como diferentes matices y registros musicales pueden mejorar o empeorar tanto a las versiones originales, o llegar incluso, a transmitir sentimientos diferentes.
Y como las cosas se relacionan de formas curiosas, buscando versiones de «Only You» me topé con una de Alison Moyet, cantante desconocida para mí hasta ese momento, que me gustó. Al buscar y escuchar más canciones de ella, apareció la joyita que escucho con intensidad estos días, titulada «Is this love?«. Y para terminar las relaciones curiosas, resulta que Microsoft Copilot me acaba de chivar que Alison Moyet era la vocalista de Yazoo, por lo que la llevo escuchando toda la vida sin saberlo.
A las cinco y cuarenta y cinco minutos de esta mañana pensaba contarte mis avances con ChatGPT Plus, pero creo que lo dejo para la semana próxima.
Y es que somos animales de costumbres. Ya no dudo de que cuanto más asfixiante se empeña en ser la puñetera realidad profesional a mi alrededor, más empeño pone mi sutil dama de las sombras en hacerse notar, escuchando música, bailando solo en la cocina o el despacho, pero, sobre todo, escribiendo libre de ataduras. Y es que, al igual que Superman necesitaba el sol para recargarse, yo la necesito a ella, a mi sutil dama de las sombras.
Y tú, ¿bailas con tu sutil dama de las sombras?