Hace unos meses, me encontré con un tuit que cambió mi forma de ver la inteligencia artificial. El CEO de Obsidian, la herramienta que utilizo para mi cerebro digital, declaró algo que resonó profundamente en mí: “La inteligencia artificial será local o no será”.

En ese momento, mi corazón latió con la sorpresa y la curiosidad. No me había planteado aún la posibilidad de una inteligencia artificial funcionando de forma local en mis propios dispositivos personales. Hasta entonces, todo lo que sabía sobre inteligencia artificial dependía de la nube, enviando datos a un mundo remoto e intangible. Pero, ¿y si pudiera tener esa magia tecnológica al alcance de mi mano, en mi propio espacio?

Esta encrucijada entre lo local y la nube, no es nueva para mí. Es lo primero que tuve que elegir cuando decidí desarrollar mi cerebro digital. Opté por lo local, una decisión de la que no me arrepiento. Aunque existen otras opciones en la red más vistosas y llenas de funcionalidades, mis notas son mías, y tenerlas disponibles en cualquier momento o lugar, no tiene precio.

Mi corazón se inclina hacia los beneficios de la inteligencia artificial local: privacidad, seguridad, inmediatez. Saber que mis datos no vagan por la nube, sino que permanecen seguros en mi espacio personal, me da mucha tranquilidad. El procesamiento local, aunque limitado en comparación con los gigantes de la nube, está creciendo con la evolución constante de la tecnología, haciéndome soñar con un futuro aún más emocionante.

Todo esto te lo cuento porque ayer instalé y usé mi primera inteligencia artificial local. Es un salto emocionante hacia un futuro lleno de posibilidades, aunque todavía queda mucho camino por recorrer, tanto para la tecnología, como para mí, para aprender a entrenarla bien.

Personalmente, creo que la inteligencia artificial local se consolidará, transformando nuestra relación con la tecnología de una manera íntima y personal, aunque coexistiendo con la no local, según necesidades y usos.

Y tú, ¿crees que el futuro de la inteligencia artificial también estará en nuestras manos, en nuestros hogares, y no solo en la lejanía de la nube?

Comparte esta entrada del Diario

Hace unos meses, me encontré con un tuit que cambió mi forma de ver la inteligencia artificial. El CEO de Obsidian, la herramienta que utilizo para mi cerebro digital, declaró algo que resonó profundamente en mí: “La inteligencia artificial será local o no será”.

En ese momento, mi corazón latió con la sorpresa y la curiosidad. No me había planteado aún la posibilidad de una inteligencia artificial funcionando de forma local en mis propios dispositivos personales. Hasta entonces, todo lo que sabía sobre inteligencia artificial dependía de la nube, enviando datos a un mundo remoto e intangible. Pero, ¿y si pudiera tener esa magia tecnológica al alcance de mi mano, en mi propio espacio?

Esta encrucijada entre lo local y la nube, no es nueva para mí. Es lo primero que tuve que elegir cuando decidí desarrollar mi cerebro digital. Opté por lo local, una decisión de la que no me arrepiento. Aunque existen otras opciones en la red más vistosas y llenas de funcionalidades, mis notas son mías, y tenerlas disponibles en cualquier momento o lugar, no tiene precio.

Mi corazón se inclina hacia los beneficios de la inteligencia artificial local: privacidad, seguridad, inmediatez. Saber que mis datos no vagan por la nube, sino que permanecen seguros en mi espacio personal, me da mucha tranquilidad. El procesamiento local, aunque limitado en comparación con los gigantes de la nube, está creciendo con la evolución constante de la tecnología, haciéndome soñar con un futuro aún más emocionante.

Todo esto te lo cuento porque ayer instalé y usé mi primera inteligencia artificial local. Es un salto emocionante hacia un futuro lleno de posibilidades, aunque todavía queda mucho camino por recorrer, tanto para la tecnología, como para mí, para aprender a entrenarla bien.

Personalmente, creo que la inteligencia artificial local se consolidará, transformando nuestra relación con la tecnología de una manera íntima y personal, aunque coexistiendo con la no local, según necesidades y usos.

Y tú, ¿crees que el futuro de la inteligencia artificial también estará en nuestras manos, en nuestros hogares, y no solo en la lejanía de la nube?

Comparte esta entrada del Diario