Hoy he sentido mucho orgullo, te lo reconozco.
Y no es que de normal no lo sienta, que sí, porque soy un enamorado de mi marca y mis colores, La Fe, pero hoy más.
Hoy se ha publicado en varios medios que el Hospital La Fe de Valencia es el segundo centro sanitario con mejor reputación corporativa en farmacia hospitalaria de toda España, según el último monitor empresarial de reputación corporativa elaborado por la consultora independiente Merco.
La reputación es algo difícil de conseguir, y es que necesita de la consecución de múltiples impactos en los demás, en quienes nos otorgan esa reputación, y, además, hay que hacerlo de forma continuada y a muy diferentes niveles. No solo se necesita que innovemos y nos esforcemos por hacer nuestro trabajo diario cada vez mejor, aumentando nuestras luces e intentando disminuir nuestras sombras. También se necesita que se conozca y se difunda ese trabajo, de una forma adecuada para que el resto lo conozca, y lo reconozca.
Empezando por nuestro gerente, que sigue siendo el primer referente e imagen de su Servicio de Farmacia, la reputación se forja a través del trabajo, esfuerzo, pasión y generosidad de todas y cada una de las farmacéuticas y farmacéuticos del Servicio (especialistas y residentes), sus enfermeras y enfermeros, TCAEs, técnicos, personal administrativo y celadores. A todas ellas y ellos, y a quienes ya no están pero perduran en nuestros corazones, mi agradecimiento.
Hace un año y pocos días que repito como un mantra que la visibilidad y brillo de nuestro Servicio solo puede ser la suma de las visibilidades y brillos individuales de cada uno de los que formamos parte de él, haciendo de la sinergia colaborativa con los demás compañeros, de dentro y de fuera, nuestra principal fortaleza. A veces, aún hay quien se extraña de oírmelo, y no entiendo por qué, ya que es lo que siempre defendía para la SEFH, y para la SVFH. ¿Cómo no lo voy a aplicar a mi Servicio?
Y mi misión, o así la entiendo yo, es que cada una y uno de mis compañeros, brillen a un nivel al cual ni siquiera ellos crean que pueden brillar, ahora, y sobre todo en el futuro, porque los resultados futuros son el fruto de nuestras acciones de hoy.
Y todo ello desde la humildad del que reconoce que tener un superpoder, y para mí estar en La Fe lo es, es tener una gran responsabilidad.
No soy muy de autocomplacencias, pero esta noche, aunque sea a solas, brindaré con una copa de un buen vino.
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Hoy he sentido mucho orgullo, te lo reconozco.
Y no es que de normal no lo sienta, que sí, porque soy un enamorado de mi marca y mis colores, La Fe, pero hoy más.
Hoy se ha publicado en varios medios que el Hospital La Fe de Valencia es el segundo centro sanitario con mejor reputación corporativa en farmacia hospitalaria de toda España, según el último monitor empresarial de reputación corporativa elaborado por la consultora independiente Merco.
La reputación es algo difícil de conseguir, y es que necesita de la consecución de múltiples impactos en los demás, en quienes nos otorgan esa reputación, y, además, hay que hacerlo de forma continuada y a muy diferentes niveles. No solo se necesita que innovemos y nos esforcemos por hacer nuestro trabajo diario cada vez mejor, aumentando nuestras luces e intentando disminuir nuestras sombras. También se necesita que se conozca y se difunda ese trabajo, de una forma adecuada para que el resto lo conozca, y lo reconozca.
Empezando por nuestro gerente, que sigue siendo el primer referente e imagen de su Servicio de Farmacia, la reputación se forja a través del trabajo, esfuerzo, pasión y generosidad de todas y cada una de las farmacéuticas y farmacéuticos del Servicio (especialistas y residentes), sus enfermeras y enfermeros, TCAEs, técnicos, personal administrativo y celadores. A todas ellas y ellos, y a quienes ya no están pero perduran en nuestros corazones, mi agradecimiento.
Hace un año y pocos días que repito como un mantra que la visibilidad y brillo de nuestro Servicio solo puede ser la suma de las visibilidades y brillos individuales de cada uno de los que formamos parte de él, haciendo de la sinergia colaborativa con los demás compañeros, de dentro y de fuera, nuestra principal fortaleza. A veces, aún hay quien se extraña de oírmelo, y no entiendo por qué, ya que es lo que siempre defendía para la SEFH, y para la SVFH. ¿Cómo no lo voy a aplicar a mi Servicio?
Y mi misión, o así la entiendo yo, es que cada una y uno de mis compañeros, brillen a un nivel al cual ni siquiera ellos crean que pueden brillar, ahora, y sobre todo en el futuro, porque los resultados futuros son el fruto de nuestras acciones de hoy.
Y todo ello desde la humildad del que reconoce que tener un superpoder, y para mí estar en La Fe lo es, es tener una gran responsabilidad.
No soy muy de autocomplacencias, pero esta noche, aunque sea a solas, brindaré con una copa de un buen vino.